Gestión de residuos sólidos orgánicos en ciudades emergentes bajo un enfoque gerencial estratégico

Abstract

El presente trabajo de investigación evaluó la gestión de los residuos sólidos orgánicos en una muestra de ciudades emergentes de la provincia de Sabana Centro en el departamento de Cundinamarca, lo anterior con el fin de proponer un sistema estratégico de gestión para los residuos sólidos orgánicos que pudiese ser adoptado por cualquier ciudad emergente. Para la identificación de las ciudades emergentes se optó por utilizar la metodología del programa de asistencia técnica “Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenible (ICES)” del Banco Interamericano de Desarrollo, la cual facilita a las ciudades la formulación de planes de acción mediante su identificación como ciudades emergentes y sostenibles. Con base en la metodología se obtuvo que los únicos municipios de la provincia de Sabana Centro de Cundinamarca que cumplen con los parámetros para ser catalogados como ciudades emergentes (población mayor a 100.000 habitantes y crecimiento económico representativo para el departamento) son los municipios de Chía y Zipaquirá. Estos municipios cuentan con una población de aproximadamente 145.688 habitantes y 134.952 habitantes, respectivamente. Analizando la normatividad vigente en Colombia, un habitante genera 0,85 kg/día de residuos sólidos, sin embargo, para el año 2020 y en consecuencia del confinamiento obligatorio ocasionado por la pandemia COVID-19 se proyectó que la generación de residuos sólidos generados por habitante podría alcanzar la cifra de 1 kg/día. Ahora bien, teniendo en cuenta la literatura, el 61,5% de los residuos sólidos corresponden a residuos orgánicos, por lo cual se estima que Chía genere aproximadamente 89,161 ton/día y Zipaquirá 82,590 ton/día. Finalmente, a partir de esto se determinó que la inversión que realiza cada municipio es significativamente alta considerando los costos de operación. De este modo se propuso un sistema de gestión estratégico que pueden reducir entre el 60% y 80% los costos invertidos actualmente por las ciudades emergentes estudiadas, en donde sean directamente ellas las encargadas de dirigir y gerenciar plantas de aprovechamiento de los residuos sólidos orgánicos, generando de este modo beneficios ambientales, económicos y sociales.