Trabajo de grado (Psicología), Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de la Educación, Pereira, 2008Desde la antigüedad la histeria fue una afección catalogada como propia de las mujeres, solo hasta Freud se logró un cambio en esta percepción, el psicoanálisis freudiano permitió pensar la histeria también en los varones, al señalar como la dificultad radicaba en el aparato psíquico, y se relacionaba más directamente con una dificultad para asumir la propia castración y una demanda de amor no contestada por el padre y que es enmascarada por una corriente de odio hacia el mismo, que pretende, mediante la fantasía la búsqueda de su castración. Por su parte Lacan permite pensar además como el varón histérico toma una posición pasiva frente al padre, pues sostiene que en la histeria, el sujeto se identifica con el individuo del sexo opuesto para tratar de responder la pregunta fundamental de su estructura, la pregunta por lo femenino.Universidad católica de Pereira. Asesor: Ana Lucia Sanín