Trabajo de grado - Maestría
Entre vivienda y ciudad-Unidad residencial Marco Fidel Suarez 1976-1978
Fecha
2017-01-12Registro en:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio Institucional Universidad Nacional de Colombia
Autor
Franco Rendón, Sara
Institución
Resumen
Los arquitectos modernos han recibido grandes detracciones a su propuesta de ciudad por parte de la historiografía y la crítica a partir de los años setenta y en es¬pecial, después de las revisiones promulgadas en el CIAM de 1951 declaraciones dadas bajo el lema El corazón de la ciudad. Estas críticas señalan como consecuen¬cia de los modelos de urbanización modernos, la generación de espacios urbanos monótonos, sin delimitaciones claras y de edificios aislados, sin relaciones con el tejido urbano existente. En este escenario, las propuestas modernas son vistas como una negación de las formas históricas de la ciudad y no obstante, en el contexto local, el conjunto residencial Torres de Marco Fidel Suárez, realizado por el arquitecto Eduardo Arango, pone en cuestión esas afirmaciones. Allí, logra con este proyecto, como lo trataremos de demostrar en esta investigación, a par¬tir del dispositivo plataforma-torre, crear una nueva tipología edilicia, un edificio híbrido que podría ser a la vez, una propuesta de ciudad y un modelo de vivienda colectiva. El conjunto Torres de Marco Fidel Suárez, finalizado en 1976, se erige hoy como una especie de declaración de principios modernos en perfecta armonía con el centro tradicional de la ciudad, pero sin duda fue en su momento una propuesta innovadora para Medellín: una fusión entre la torre-plataforma como dispositivo articulador de dos esferas distintas: lo público y lo privado. También estos principios modernos, la lectura de la influencia y su propia experiencia profesional, marcaron la línea de diseño del arquitecto. Entre estos proyectos resalta por ejemplo Hakunila, complejo habitacional proyectado en Finlandia durante su estadía como colaborador de la importante firma de PenttiAhola, con una configuración típica de edificios tipo claustro, o la Unidad Residencial los Pinos que proyecta y realiza en la ciudad de Medellín, promovida por el Instituto de Crédito Territorial. Ambos ejercicios son una transferencia de la idea urbana de ciudad-jardín, donde Arango inyecta una hipótesis de crecimiento celular, concentración de los equipamientos públicos y autonomía de los edificios en medio de un área verde, como aprendizajes de los paradigmas modernos de vivienda colectiva. Se trata de investigar, cómo el uso de este dispositivo denominado bajo algunos de los principios del CIAM. Para esto se abordan temas como la relación entre las actividades humanas y las formas arquitectónicas y cómo ellas se fueron adaptando a unas nuevas fzormas de vida articuladas con la ciudad moderna, que iba instaurado la idea de vivir en altura, lo que implicaba ventajas al poder compartir algunos servicios colectivos. La Unidad Residencial Marco Fidel Suarez conjuga estos principios y ventajas de la arquitectura moderna, los cuales muestran una preocupación por resolver asuntos como el asoleamiento, las terrazas ajardinadas, los espacios colectivos, el edificio sobre pilotes, etcétera, estructurándose a su vez con la trama urbana existente generando un primer zócalo (plataforma) como base articuladora del espacio. Tener al alcance de la mano el gimnasio, la escuela, la oficina, e ir al teatro, al cine, ser autosuficiente, en otras palabras, que el edificio se comportara como un barrio en sí mismo parece ser uno de los grandes aportes que este conjunto residencial logra poner en juego. Por supuesto ya este experimento se había logrado en uno de los edificios más emblemáticos de la vivienda colectiva moderna, la Unidad de Habitación de Marsella de Le Corbusier, pero en ese proyecto, contrario al de Eduardo Arango, la ruptura con la ciudad tradicional es evidente. Lo que resulta interesante de la propuesta de las Torres de Marco Fidel es que ellas retoman gran parte de la vida colectiva del proyecto de Marsella pero se insertan en un tejido urbano consolidado, dentro de una trama en damero del centro tradicional de Medellín, y lo hacen a partir de la plataforma, encargada de realizar la conexión entre una ciudad de densidad media y baja altura y una propuesta de vivienda de alta densidad y gran altura. Sin embargo Eduardo Arango con este proyecto no fue el primero en plantear la utilización la plataforma como mediadora entre la ciudad y la torre, ni tampoco en proponer un edificio de vivienda colectiva que albergara servicios colectivos indispensables para el desarrollo de las actividades cotidianas, ni plantear la separación vehicular y peatonal, entre muchos de los factores que están involucrados en las Torres. Por ello es necesario en un primer apartado rastrear, algunos edificios que hayan instaurado de una manera magistral el uso de la plataforma para mediar entre el edifico en altura y los espacios urbanos de la ciudad. Hacer un paneo de los principales criterios que se plantearon los arquitectos modernos al enfrentarse a la vivienda colectiva, ver algunas soluciones importantes en altura de los sistemas de agrupación para finalmente, encontrar algunos antecedentes de torre-plataforma aplicada exclusivamente a la vivienda colectiva. La Lever House de Gordon Bunshaft de 1951 en New York, Lake Shore Drive de Mies van der Rohe de 1951 en Chicago, el Conjunto Tequendama Bavaria de Cuéllar Serrano Gómez de 1950 en Bogotá, o el Banco Central Hipotecario en Medellín, son algunos de los edificios que se revisaron como referentes para sustentar esta tesis, yendo a la búsqueda de principios y conceptos comunes, conexiones con obras de otros arquitectos, que estuvieran dando solución a los mismos temas. Una vez realizado este breve rastreo, entraremos a analizar el proyecto propiamente dicho. Partiendo de lo más general a lo particular, de la ciudad a la célula de vivienda. Esta investigación se centra en analizar las soluciones que Las Torres de Marco Fidel Suárez propone a la disyuntiva de la inserción urbana de vivienda de alta densidad en un tejido de damero tradicional, enfrentando: primero la separación vehicular y peatonal, por medio de desniveles y bolsas de parqueaderos, el desarrollo de servicios complementarios a la vivienda como guardería, lavandería, piscina, huertos, entre otros, que además se apoya el pasaje comercial existentes, por medio de la implementación de locales comerciales, oficinas y teatro. Segundo la organización espacial de la plataforma, por medio de secuencias de patios, rampas y terrazas. Y por último las configuraciones espaciales de la vivienda por medio de la tripartición de una zona de servicio, social y privada o habitaciones (Texto tomado de la fuente)