Tesis para optar al grado de Magíster Interdisciplinario en Intervención SocialVersión impresa disponible en la Biblioteca Universidad Alberto HurtadoLa cultura metalera en Chile, es vista generalmente, como un fenómeno juvenil, pasajero y falto de politicidad. Estos es producto de construcciones sociales a partir de la matriz adultocéntrica, y a etiquetas asociadas al Metal como género extremo y violento. Como consecuencia, existen diferentes barreras y conflictos para poder vivir de esta música, o hacerla. Así, se quiso comprender cómo los sujetos afrontan esto con la continuidad de su trabajo artístico. Por lo que, el objetivo de este estudio fue describir y comprender las estrategias de resistencia de los músicos y productores de eventos adultos de la microescenas metaleras underground de Santiago. En términos teórico-conceptuales, se trabajó con conceptos como hegemonía, poder y resistencia, desde un enfoque positivo, estratégico y cultural. También se utiliza el agonismo y enfoque generacional. Se llevó a cabo una investigación cualitativa, a través un estudio de caso único, exploratorio y descriptivo. Sin considerar la edad como factor explicativo, se seleccionaron 10 sujetos mayores de 30 años, de diversas microescenas y géneros del Metal, para trabajar con sus trayectorias el interior del Underground. Desde la voz de los sujetos, sus trayectorias son una lucha constante que se da en diversos círculos sociales, acciones y decisiones de vida, que dan cuenta de que no hay un único camino. Implican determinados movimientos y rupturas con ciertos espacios de socialización, a partir del rechazo total o parcial de construcciones sociales normalizadoras en torno a: la lógica de mercado, el exitismo, la adultez, la edad, la familia y el Metal como pasatiempo juvenil. El Underground aparece como un espacio de resistencia subterránea, de pertenencia y libertad. Sin embargo, no es un espacio homogéneo, ya que coexisten diversas posturas e ideologías que se concentran en microescenas y géneros del Metal, y que no buscan el consenso. Por ende, es un espacio agonístico, socialmente construido que va sosteniendo la cultura metalera y la escena; desde lo subterráneo. Los hallazgos generan lineamientos y desafíos para el campo de la intervención social, la que no sólo debiese orientarse a la resolución de las consecuencias que genera el modelo neoliberal. En estrecha relación con el ejercicio de la ciudadanía, debe transitar a interpretar los anhelos de cambio social de los individuos, sus valores y metas, para provocar ruido y desarrollo humano emancipador