Se realizó un reconocimiento con sismógrafos portátiles de alta ganancia (MEQ-800 - RANGER) en las zonas geotérmicas La Primavera, Jal., y Los Azufres, Mich., para conocer el nivel de actividad sísmica y con estos datos inferir características del reservorio y estructuras geológicas. En la zona geotérmica La Primavera, la sismicidad de tipo enjambre se inicia en el tercer mes de registro, coincidiendo con el comienzo de temporada de lluvias. La forma (envolvente de onda) de los eventos y el modo de ocurrencia sugiere que son resultado de un proceso de fracturamiento hidráulico inducido quizá por altas temperaturas presentes en capas superficiales. Esto se propone después de revisar ampliamente la literatura y comparar resultados obtenido en zonas similares y experimentos de fracturamiento hidráulico. La localización de los enjambres se hizo usando el criterio de máximas amplitudes, altas frecuencias del espectro y número máximo de eventos en la estación más cercana a la zona de origen. Los enjambres se generan cercanos a las estaciones de la parte central de la caldera (CCO y VIC) sobre las fallas anulares que delimitan el anillo de colapso. En conjunto con el análisis cualitativo de eventos distantes registrados por la Red, suponemos que la fuente de calor más importante se localiza al centro de la caldera y cercana a la zona de pozos geotérmicos. Otras zonas con el efecto de atenuación son localizadas en áreas de erupciones recientes (30- 40 000 años) y pueden ser debidas a paquetes de magma atrapados y enfriándose cerca de la superficie. En la zona geotérmica Los Azufres, la sismicidad es escasa. La mayoría de ella ocurre en secuencias (familias) de temblores, con espaciamiento de minutos entre ellos. La forma de estos eventos, comparativamente a la actividad en otras zonas, hace que sean clasificados como debidos a proceso volcánicos. Algunos de ellos son llamados tremores volcánicos según la clasificación de Minakami (1974) posteriormente Latter (1981). Debido a las anomalías en la región, la mala transmisión de la señal a través del campo y además su pequeña magnitud, no permite que los eventos sísmicos se registren en todas las estaciones, por lo que su localización ha sido inferida a zonas específicas. El análisis semicuantittivo utilizando el teorema de Parseval ha permitido hacer estimaciones de la potencia del paquete de ondas S y sus variaciones con respecto al azimut de la señal que cruza el campo geotérmico.