Starting from some considerations about the use of “gender” as a diagnostic category, this paper suggests some ideas on the clinical work with transsexual people. First, the “transsexual choice” of the body as a “medium” of symptom and an object of both rejection and self-identification is emphasized. Then, this kind of choice is considered in its capability of allowing a conversion of the transsexual’s self-disclosure into an external representation. On this respect, by means of the social, cultural and medical homogenization, the profound identity suffering receives a different possibility of expression and, paradoxically, a type of support and solution. Therefore an acting out through the body, confirmed by a chirurgical correction, shows a solution perpetrated to the body-object’s detriment, that collides with and cancels the subjective and intrapsychic dimension. In this context, the ability to reflect on psychic processes, considered as a specific psychological tool, is checkmated and the psychological activity is endangered too. Moreover, the professionist of mental health is forced to face off an ambigous and paradoxical request.A partir de una reflexión sobre el empleo del "género" como categoría de definición y clasificación nosográfica, este trabajo propone una reflexión sobre el trabajo clínico con personas transexuales y, sobre la complejidad de la problemática transexual. Se pone en evidencia que, el cambiar quirúrgicamente de sexo, permite a la persona transexual traducir en representación externa, una necesidad interna de certificación de sí mismo. A este respecto por medio de la homogeneización social, cultural y médica, este sufrimiento identitario recibe diferentes posibilidades de expresión y, paradójicamente, un tipo de apoyo y solución. Por consiguiente, un acto que implica el cuerpo y que, encuentra soporte en la perspectiva de una corrección quirúrgica resolutiva llevada a cabo en contra de un cuerpo-objeto, llega a anular la dimensión subjetiva e intrapsíquica del individuo. En este contexto, la habilidad para reflexionar sobre los procesos psíquicos, considerados como instrumento y fin del trabajo psicológico, son puestos en jaque. Aun más, se pone en riesgo la actividad del profesionista de la salud psíquica, obligándolo a responder a una solicitud médico-legal ambigua y paradójica.