En el sistema capitalista actual las mujeres están sujetas a la explotación económica de dos maneras:1) Venden su fuerza de trabajo a cambio de salario, son explotadas en la misma forma que los hombres y aún más dado el dominio sexual por el hombre. 2) Mujeres cuyo trabajo es doméstico también son explotadas: su fuerza de trabajo es utilizado para mantener y reproducir la fuerza de trabajo. Supuestamente el salario del marido debe cubrir el valor de sus propio trabajo así como la de su esposa a quien el sistema ha encargado de mantener y reproducir la fuerza laboral y por lo tanto el sistema mismo. En la realidad el salario del marido no alcanza para cubrir el valor de la contribución de la esposa.