El objetivo central del texto es realizar un estudio sobre la ciudad a partir de los conceptos de espacio público y de ciudadanía. La noción de ‘espacio’ es la columna vertebral de la argumentación por tratarse de un elemento activo en la compresión de relaciones y prácticas sociales. Para la autora, las prácticas cotidianas quedan localizadas y, a la vez, realizan el espacio, de tal suerte que este último deviene una expresión de los contenidos políticos, económicos y culturales que son condición de la ciudadanía. En los capítulos de esta obra se inicia una discusión sobre la ciudad como espacio público y local, que la propia autora habrá de continuar y de profundizar en varios de sus trabajos siguientes, en donde es central la ciudadanía; en el segundo capítulo aborda los procesos macro y microsociales que han influido en la transformación. El tercero habla de los usos, apropiaciones y prácticas sociales que existen en ese lugar patrimonial. En el cuarto se contraponen las limitaciones, la conservación patrimonial y lo que esto ha traído enfatizando la conflictividad social. Por último, en el quinto se exponen las instituciones locales con relación a las políticas para combatir problemas de índole urbano. Patricia Ramírez Kuri sitúa su interés en la Ciudad de México, a la cual considera un espacio rico en cuanto a su estructura, y en cuanto a los cambios sociales y políticos que en ella tienen lugar. Esos elementos pueden ser identificados de manera sintomática en espacios como sus diversos centros históricos, los cuales se muestran como microcosmos de estructuras y procesos; y en el caso de esta obra, la autora orientó su proceso de investigación hacia el espacio específico del centro histórico de la delegación Coyoacán, acercándose a las prácticas, a los usos del espacio y a su forma de apropiación, como elementos que distinguen su organización social y las relaciones que establecen actores heterogéneos. La pregunta que orienta la investigación se refiere a las condiciones de construcción del espacio público y de ciudadanía en el centro histórico de Coyoacán, y para acercarse a las respuestas posibles, primeramente hace una revisión de las transformaciones que ha sufrido Coyoacán en el marco de una dinámica metropolitana que conjuga expresiones y formas de organización tradicionales y modernas. Las consecuencias derivadas de esos procesos son diversas, desde los efectos no deseados que han afectado las relaciones de confianza entre la ciudadanía y las instituciones, la calidad de vida de quienes habitan y de quienes usan ese espacio, hasta el decremento de la población, cambios irregulares en los usos del suelo, la presencia de automóviles como estacionamiento, el descontrol que priva en las actividades informales y comerciales. Todo esto ha causado que la capacidad estructural y material del espacio público y local, sean rebasados. El diagnóstico que ofrece la autora destaca que, los procesos urbanos han producido y modificado el espacio social y el orden urbano de forma continua, desigual y desequilibrada. En este sentido, las transformaciones que convergen en el espacio público, contribuyen a su degradación, no solo disminuyendo la capacidad para actuar como lugar proveedor de condiciones de bienestar, sino también debilita la construcción de ciudadanía.