Contiene la breve historia del fútbol, que de un juego aficionado pasa a ser profesionalizado. Hoy, el futbolista es un profesional, es un trabajador como cualquier otro: presta servicios lícitos y personales, es subordinado y percibe remuneración. Así mismo se presentan casos de despido o abandono intempestivo. La relación contractual entre un club y un jugador puede terminar por acuerdo entre las partes o por voluntad de una de las partes ilegal o ilegalmente). Además la gran mayoría de los jugadores son de propiedad de personas jurídicas o naturales asemejándose a lo que fue la esclavitud.Abogado de los Tribunales de Justicia de la República y Licenciado en Ciencias Políticas y SocialesCuenca