El autor analiza la religiosidad juvenil en un contexto específico de Guatemala y trata de subrayar los factores que pueden contribuir a la participación activa de los jóvenes en un período de cambios constantes y mucho flujo migratorio. En el trabajo con los jóvenes es importante: "Ni dejar los sentimientos a un lado, ni dejar la reflexión sobre los grandes problemas sociales. Si la línea de los grupos es acertada, entonces los grupos edificarán una Iglesia sobre la roca, o tal vez, usando una metáfora más actual, una Iglesia red que transforme la sociedad que se está gestando. Piénsese en la migración".