Impulsadas por la experiencia del amor de Dios, las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús participamos en la misión de la iglesia por el servicio de la educación. A través de nuestro trabajo "buscamos el crecimiento de las personas en su dignidad humana y como hijos e hijas de Dios, a partir del evangelio y de sus exigencias de amor, de perdón, de justicia y de solidaridad con los pobres y marginadas". (Const. 7). En México, y en América Latina, ya hemos acumulado treinta años de formación y de experiencia como educadoras populares. Poco a poco, y no sin dificultades, hemos ido aprendiendo nuevos contenidos y nuevas metodologías para que nuestro servicio alcance la calidad y la profesionalidad que queremos ofrecer a la gente con la que trabajamos. La educación es, pues, el medio concreto en el que gastamos nuestras vidas, nuestra sangre. A través del servicio educador apostamos nuestras posibilidades de fecundidad seguras de que Dios hace posibles los frutos.