La producción de cítricos representa aproximadamente el 25% de la producción frutícola total, ubicando estos cultivos como los más importantes a nivel mundial. El limón Tahití inicia su floración naturalmente a inicio de la época lluviosa, concentrando la cosecha en una temporada específica del año, dando como resultado una disminución considerable en los precios del producto, debido al exceso de oferta en el mercado. El estudio pretende inhibir la floración y fructificación en la época más productiva del año. Al realizar esta práctica, la planta inhibe artificialmente la floración y aborta los frutos con el fin de reservar sus nutrientes para que estos sean utilizados al momento de realizar la inducción floral aplicando prácticas de manejo como: podas, estrés hídrico y fertilización. Se realizaron 5 tratamientos: 1 - Testigo (0 ppm AG3 + 0 ppm Etephon), 2 (25 ppm AG3 + 0 ppm Etephon), 3 (25 ppm AG3 + 200 ppm Etephon), 4 (25 ppm AG3 + 250 ppm Etephon), 5 (25 ppm AG3 + 300 ppm Etephon). El ácido giberéico (AG3). Se utilizó una prueba de Análisis de Varianza para las variables floración y fructificación y se evaluó: (1) Aplicación de AG3 (25 ppm y 0 ppm) y (2) Aplicación de Etephon (200, 250, 300 ppm). El tratamiento más efectivo para inhibir la floración fue el 5 (25 ppm AG3 y 300 ppm Etephon) y para forzar el aborto de frutos recién formados el tratamiento más efectivo fue el tratamiento 5 (25 ppm AG3 y 300 ppm Etephon).