| dc.description | El estudio del aparato bucal de los insectos sucso picadores ha adquirido modernamente gran importancia, pues un cierto número de enfermedades producidas por virus, hongos o bacterias, que atacan al hombre, a los animales y a las plantas, encuentran en estos insectos sus huéspedes vectores. Debe agregarse además el posible daño producido por la saliva del insecto actuando como elemento tóxico. Al encarar científicamente este problema, el primer paso a cumplir consiste en el estudio de la morfología de los aparatos bucales de estos insectos, seguido luego por estudios sobre su fisiología, su biología y el aspecto epidemiológico.
En este trabajo se ha encarado el estudio morfológico de cuatro de los cinco subtipos que comprende el aparato bucal sucso picador. Se ha comenzado por realizar el estudio del subtipo de Diptero Culícido, considerando la cápsula cefálica y el aparato bucal; este último se ha encarado, previamente en forma conjunta, para establecer las relaciones reciprocas de los distintos elementos, y luego cada pieza individualmente, analizando los detalles de su conformación. A continuación se realizó el estudio del subtipo de Homoptero-Hemiptero, encarado de idéntica manera; se consideraron cinco familias distintas, dos de Homopteros y tres de Hemipteros, que dentro de un plan uniforme de constitución presentan variaciones de detalle. De la misma manera se realizó el estudio del subtipo de Díptero Estomóxido y luego el de Sifonáptero.
La conformación de todos estos subtipos revela cierto grado relativo de uniformidad, producido por su elevada especialización, que los simplifica, transformando las piezas bucales en dardos aguzados apropiados para la perforación de los tejidos; no obstante existen significativas diferencias entre ellos; así el número de piezas estiliformes varía según los subtipos, lo mismo que la manera de accionar de estos elementos perforadores. Los conductos alimenticio y salivar están dados por la adaptación de estructuras distintas en cada caso. Además, los elementos que inician la perforación son uno o a lo sumo dos estiletes, siendo los demás solo elementos auxiliares coadyuvantes para tal función (esta generalización no incluye el subtipop de Díptero Estomóxido). En el aparato bucal correspondiente al subtipo de Díptero Culícido, las piezas estiliformes no están invaginadas dentro de la cápsula cefálica, sino que se desprenden directamente del borde craneal. No poseen musculatura propia, salvo las maxilas, provistas de una importante varilla apodemal, sobre la que se insertan músculos capaces de producir independientemente un movimiento ántero posterior respecto al eje de la cabeza. Este subtipo es el que lleva mayor número de elementos punzantes, pues consta de seis estiletes que penetran en los tejidos mediante la presión ejercida por las vigorosas embestidas del cuerpo y de la cabeza. El labio es flexible, sin articulaciones, siendo firme su adhesión a la cápsula cefálica. Al picar el insecto e introducir sus estiletes, el labio no penetra en la herida, sino que se curva formando un arco de concavidad anterior, mientras que los lóbulos labelares dirigen el haz de estiletes. El dardo más fuerte y resistente, y por lo tanto el único capaz de efectuar una penetración efectiva parece ser el labro, que origina el canal alimenticio. La fina hipofaringe es una aguja que inyecta saliva. Las mandíbulas son muy débiles y tenues no pareciendo órganos muy efectivos para esta función. Las maxilas, provistas de musculatura propia, llevan los extremos dentados y su función, según lo supone Robinson, sería mas bien la de afirmarse en el tejido mediante sus dientes, siendo acompañadas por movimientos de la cabeza en sus respectivas direcciones. Este subtipo, lleva palpos maxilares regularmente desarrollados y el primer artejo del palpo labial constituye la labella. En el aparato bucal correspondiente al subtipo de Homoptero-Hemiptero, los estiletes mandibulares y maxilares están invaginados dentro de la cabeza. El grado de penetración de los estiletes es variable según los grupos, y hay casos en que ellos atraviesan casi toda la cápsula cefálica. Estos estiletes llevan los extremos proximales dilatados presentando esta base una forma mas o menos cónica. Spooner (64), sostiene que los estiletes maxilares no están unidos a la cápsula cefálica por medio de palancas en ninguno de los Hemípteros por él examinados. Hemos realizado disecciones de especies pertenecientes a diferentes familias que investigó Spooner ( dos familias de Homopteros y tres de Hemipteros), encontrando que los estiletes maxilares, lo mismo que los mandibulares poseen su palanca apodemal para la inserción de los músculos. De los ejemplares por nosotros examinados se exceptúan los Belostomátidos. En los géneros que hemos revisado, las palancas mandibulares representan siempre una forma mas o menos triangular; de estos "vértices", el interno articula con la base del estilete, el externo con la pared de la cápsula cefálica, mientras que el restante se dirige libremente hacia atrás. Las maxilas poseen palancas largas y delgadas, asimilables a una barra, en las cuales hay solo dos extremos, conectando uno de ellos con la base del estilete y otro con la cápsula cefálica. En los Belostomáticos no existe palanca maxilar en sentido estricto. Se observa un anillo membranoso rodeando la dilatación basal del estilete, que por medio de músculos y ligamentos lo vincula con las ramas del tentorio. Por otra parte, en Homoptero-Hemiptero, la articulación de las palancas de los estiletes sobre la superficie cefálica es constante: las mandíbulas siempre conectan en la región póstero superior de la placa laboral, mientras que las maxilas lo hacen en la placa maxilar, en situación póstero inferior respecto al ojo compuesto. El subtipo de Homoptero-Hemiptero presenta una reducción en el número de estiletes respecto al de Diptero Culícido, pues ni el labro ni la hipofaringe forman estiletes; solo las mandíbulas y las maxilas adquieren la forma de lancetas. Las primeras están provistas de dientes o estructuras dentiformes aguzadas o romas, en su borde externo distal, mientras que las maxilas, doblemente acanaladas para formar los conductos alimenticio y salivar, aparecen con sus bordes ondulados. En lo que respecta a las áreas de la cápsula cefálica, Spooner establece e ilustra en Afídidos la presencia de un esclerito triangular pequeño, provisto de un ocelo que denomina frente. Al realizar el estudio de pulgones hemos podido comprobar, que tal esclerito no existe; la formación que describe Spooner esta dada por los bordes del post clípeo, muy convexo, vistos por transparencia. Posiblemente el error de Spooner se daba a su deseo de generalizar la relación inversa que existe entre los respectivos tamaños de la frente y del vértex. En el subtipo de Diptero Estomóxido las piezas estiliformes no están invaginadas dentro de la cápsula cefálica. Este subtipo es el que presenta la máxima reducción en lo que se refiere al número de estiletes, pues cuenta solamente con dos, el labro lleva dos varillas apodemales para la inserción de los músculos que mueven la proboscis. El labio lleva la theca labial y la labella dotadas de movimiento respecto al canal labial que es fijo. El subtipo de Sifonáptero lleva tres estiletes, ninguno de los cuales conecta directamente con el borde cefálico. Los estiletes pares, formados por las lacinias maxilares, son los verdaderos y posiblemente los únicos elementos perforantes de este aparato bucal; provistos de una robusta palanca apodemal que los conecta con el lóbulo maxilar y en la que se insertan poderosos músculos, son ellos las únicas formaciones dotadas de movimiento longitudinal independiente.
Los bordes correspondientes a los dos tercios distales llevan finos dentículos, y las dos lancetas adosadas, originan el canal salivar. El estilete impar de Sifonápteros, dado por la hipofaringe, penetra dentro de la cavidad cefálica, donde sufre un ensanchamiento que constituye el piso de la bomba cibarial. Esta formación profundamente excavada a lo largo de toda su cara anterior origina el canal alimenticio. Su extremo distal, semejante a una cuchara no tiene aspecto de ser un elemento de penetración efectiva; por otra parte no posee músculos que pudieran dotarla de movimientos de perforación. | |
