| dc.description | En los tres últimos años (1995-1997), el sistema financiero peruano transita un proceso de relativa estabilidad y marcado crecimiento; sin embargo, ha atravesado etapas muy. criticas, especialmente en 1987, cuando se intentó estatizar el sistema bancario. La crisis fue severa y se agravó por el manejo macroeconómico que provocó la hiperinflación. Posteriormente, se dictaron las medidas necesarias para entrar a un proceso de ajuste y estabilización. Dentro de estas medidas se incluyeron dispositivos relativos a la regulación bancaria y promoción del mercado de capitales. El objetivo era restaurar los mecanismos básicos de financiamiento del sector productivo que implicaría el desarrollo del sistema financiero y esto a su vez contribuiría al crecimiento económico, siguiendo la tesis de Me Kinnon.
La nueva legislación ha permitido al sector bancario, además de intermediar depósitos y realizar colocaciones, ir más allá al poder acceder a mercados diferentes, como es el caso de la banca de inversión, que da la posibilidad de ofrecer nuevos productos. Además, aunque ya existían mecanismos informales de transferencia de dinero, con las medidas de liberalización financiera y cambiaría se oficializó el libre. flujo de capitales; esto ha permitido incrementar, entre 1990 y 1997, los niveles de liquidez de 697 a 3,203 millones de nuevos soles de 1990, es decir un 360%; y el grado de intermediación, entre 1991 y 1997, ascendió de 12.7% a 23.9% del PBI. (Ver Gráfico A). Por esto se puede decir que la etapa de "represión financiera" que vivió la economía peruana está prácticamente superada, y ha iniciado una etapa de modernización bancaria que implicará nuevos retos. | |
