dc.description.abstract | Los métodos de cultivo actualmente empleados implican el confinamiento de los salmones en balsas
jaulas con sistemas de redes para su contención. A este respecto, uno de los problemas que se les
presenta a los empresarios salmoneros dice relación con la acumulación de material orgánico en las
paredes de dichas redes (fenómeno conocido como fouling), lo que trae consigo una serie de efectos
adversos para los peces, como son principalmente el obstaculizar el libre flujo de agua, reduciendo
lo niveles de oxígeno al interior de las jaulas, la deformación de las mallas, lo que disminuye el
espacio efectivamente disponible provocando estrés en los peces y el desgarro en las redes por
mayor peso, lo que eventualmente podría derivar en escape de los salmones. Ante este problema la
hipótesis que se plantea es: las condiciones estresantes a las cuales se ven sometidos los peces en su
etapa de cultivo, ya se por baja renovación de aguas y disminución de espacio efectivamente
utilizable, debido al fouling en las redes, como también por bajas en las concentraciones de oxígeno
debido a causas naturales, afectan la capacidad de alimentación y bajan las defensas de los peces
disminuyendo sus niveles de crecimiento y haciéndolos propensos a contraer enfermedades, así
como también variaciones demasiado bruscas en los niveles de oxígeno podrían ocasionarles la
muerte, por ende la incorporación de tecnología que permita controlar y regular las condiciones
anteriores, repercutirá en forma directa en aumentos de la productividad del sector.
La tecnología más importante desarrollada es un ecoprototipo ROV antifouling para balsas jaulas
con supervisión remota y accionamiento automatizado, que permita mantener condiciones estables
de cultivo y revertir variaciones críticas. En cuanto a los mercados específicos de la tecnología estos
vienen dados por los Centro de Cultivos de las Empresas Salmoneras pues las principales
beneficiadas con un incremento de la producción debido a unas condiciones óptimas de cultivo.
Entre los aspectos críticos a considerar para la industria salmonicultora y los cuales contempla este
proyecto se encuentran la regulación en forma eficiente de las condiciones aeróbicas del agua de los
centros de cultivo, la eliminación de agentes químicos en la eliminación del fouling de las redes.
Se ha calculado la demanda total del producto generado en 192 unidades, las cuales deberían cubrir
eficientemente los requerimientos de igual número de centros de cultivo, a una tasa del 5% anual,
llegando a cubrir el mercado objetivo correspondiente a un 40% del total de centros en un plazo de 8
años. El periodo para entrar en régimen operativo es de aproximadamente 3 meses y los beneficios
económicos privados son a partir del quinto mes. Los impactos económicos sociales por su parte se
harán efectivos a partir del tercer año de operación del sistema. La adopción de la tecnología en este caso será equivalente a la de introducción del producto y corresponderá a una captación del 5% del
mercado anual llegando aun 40% del mercado al octavo año de operación.
Los indicadores económicos que dan cuenta de estos resultados son un VAN de 386 millones y un
TIR de 68% para el negocio productivo y VAN de 10.788 millones y TIR de 81% para la industria
salmonera.
Un impacto importante es conseguir estándares de una producción limpia, debido a que se propone
como medio antifouling un método alternativo a los recubrimientos químicos: un método mecánico
que es amigable con el ambiente. Desde el punto de vista institucional, el proyecto constituye una
nueva acción de la Universidad con el sector empresarial, para afrontar en conjunto el desafío que
representa el incremento de las exportaciones manteniendo los altos estándares de calidad.Los métodos de cultivo actualmente empleados implican el confinamiento de los salmones en balsas
jaulas con sistemas de redes para su contención. A este respecto, uno de los problemas que se les
presenta a los empresarios salmoneros dice relación con la acumulación de material orgánico en las
paredes de dichas redes (fenómeno conocido como fouling), lo que trae consigo una serie de efectos
adversos para los peces, como son principalmente el obstaculizar el libre flujo de agua, reduciendo
lo niveles de oxígeno al interior de las jaulas, la deformación de las mallas, lo que disminuye el
espacio efectivamente disponible provocando estrés en los peces y el desgarro en las redes por
mayor peso, lo que eventualmente podría derivar en escape de los salmones. Ante este problema la
hipótesis que se plantea es: las condiciones estresantes a las cuales se ven sometidos los peces en su
etapa de cultivo, ya se por baja renovación de aguas y disminución de espacio efectivamente
utilizable, debido al fouling en las redes, como también por bajas en las concentraciones de oxígeno
debido a causas naturales, afectan la capacidad de alimentación y bajan las defensas de los peces
disminuyendo sus niveles de crecimiento y haciéndolos propensos a contraer enfermedades, así
como también variaciones demasiado bruscas en los niveles de oxígeno podrían ocasionarles la
muerte, por ende la incorporación de tecnología que permita controlar y regular las condiciones
anteriores, repercutirá en forma directa en aumentos de la productividad del sector.
La tecnología más importante desarrollada es un ecoprototipo ROV antifouling para balsas jaulas
con supervisión remota y accionamiento automatizado, que permita mantener condiciones estables
de cultivo y revertir variaciones críticas. En cuanto a los mercados específicos de la tecnología estos
vienen dados por los Centro de Cultivos de las Empresas Salmoneras pues las principales
beneficiadas con un incremento de la producción debido a unas condiciones óptimas de cultivo.
Entre los aspectos críticos a considerar para la industria salmonicultora y los cuales contempla este
proyecto se encuentran la regulación en forma eficiente de las condiciones aeróbicas del agua de los
centros de cultivo, la eliminación de agentes químicos en la eliminación del fouling de las redes.
Se ha calculado la demanda total del producto generado en 192 unidades, las cuales deberían cubrir
eficientemente los requerimientos de igual número de centros de cultivo, a una tasa del 5% anual,
llegando a cubrir el mercado objetivo correspondiente a un 40% del total de centros en un plazo de 8
años. El periodo para entrar en régimen operativo es de aproximadamente 3 meses y los beneficios
económicos privados son a partir del quinto mes. Los impactos económicos sociales por su parte se
harán efectivos a partir del tercer año de operación del sistema. La adopción de la tecnología en este caso será equivalente a la de introducción del producto y corresponderá a una captación del 5% del
mercado anual llegando aun 40% del mercado al octavo año de operación.
Los indicadores económicos que dan cuenta de estos resultados son un VAN de 386 millones y un
TIR de 68% para el negocio productivo y VAN de 10.788 millones y TIR de 81% para la industria
salmonera.
Un impacto importante es conseguir estándares de una producción limpia, debido a que se propone
como medio antifouling un método alternativo a los recubrimientos químicos: un método mecánico
que es amigable con el ambiente. Desde el punto de vista institucional, el proyecto constituye una
nueva acción de la Universidad con el sector empresarial, para afrontar en conjunto el desafío que
representa el incremento de las exportaciones manteniendo los altos estándares de calidad. | |